jueves, febrero 23, 2006

¿Quien entiende a los médicos?

Recientemente fui a un traumatólogo, de esos que se llaman deportólogos, ya que jugando al padel (ojo que no me equivoqué al escribirlo, ya no se llama "paddle") me vino un dolor en el hombro izquierdo. Cuando fui a la consulta médica me dijo que no dejara de jugar, que siga nomás y me reto porque desde que me empezó a doler no había vuelto a jugar. Como se imaginarán yo estaba muy contento y seguí jugando, obviamente cada vez que jugaba me dolía mas, pero yo seguía. Luego, cuanto estuvieron listos los estudios y radiografías que me mandó hacerme, me recetó sesiones de fisioterapia y kinesio. Fui a lo de un amigo que es kinesiólogo y me hice la primer sesión, ni le dije que seguía jugando porque no lo creí necesario, el otro médico había sido muy claro con respecto a eso, así que luego de la sesión del primer día fui a jugar un partido, tengo que confesar que el dolor se agudizó un poco, y al otro día, al ir a la próxima sesión le pregunté si podía seguir jugando mientras me dure el tratamiento y me dijo, palabras más palabras menos: no! como vas a jugar, hasta que no te recuperes no, si tenés una lesión, aunque sea leve como es la tuya, si seguís jugando lo único que vas a lograr es empeorarla, podés hacer algo, para no perder movilidad, pero jugar partidos, de ninguna manera.

Yo me pregunto:
¿cómo es posible que para una tontería semejante los criterios sean tan desiguales?
¿a quien cuernos le tengo que hacer caso?

jueves, febrero 02, 2006

Paradigma del instalador

Hace unos años, unos cuantos años, para instalar un programa en la computadora había que simplemente copiar el contenido de un diskette o algún otro dispositivo que comprábamos o nos prestaban, a un directorio (para los muy novatos, antes las carpetas no existían: se llamaban directorios) y listo.
Luego con la llegada de Windows 95, aparecieron las DLLs, que se colocaban generalmente en carpetas comunes destinadas a tal efecto, y cada programa las llamaba de acuerdo a sus necesidades, esto prometía ser fantástico, porque ibamos a poder usar funciones creadas por otros, ahorrar espacio en disco, reutilizar el código y bla bla bla. La cuestión es que lo único que trajo fueron problemas de compatibilidad entre las distintas versiones, diferencia de idiomas, etc.
Dichas incompatibilidades dieron lugar a lo que se llamó el "DLL Hell" (infierno de las dll), por eso hoy en día y con la llegada de .Net para instalar un programa se vuelve a la utilizacion de un comando tan interesante como viejo llamado XCopy, que copia el contenido de una carpeta con sus subcarpetas dentro de otra, y cada programa tiene sus propias dlls independientes de los demás.
A tener en cuenta entonces, en el futuro (seguramente no muy lejano), que va a aparecer algo nuevo y maravilloso que prometerá resolver la mayoria de los problemas actuales y solo conseguirá cambiar los que están por los que vendrán.

Waldo.-